sábado, 22 de agosto de 2015
Templario.
¿Se define? Como un incierto.
No esperaba algo más.
Vida vivida
vendida
vencida
velada
valorada
Exactamente así, en ese orden.
No esperaba algo más.
Vida vivida
vendida
vencida
velada
valorada
Exactamente así, en ese orden.
miércoles, 22 de abril de 2015
Cambiar de luna.
Pasada una vida con gran desilusión, en la ventana llueve.
Goza de un puñado de sal y una perla escondida en sus ojos.
Al hacerle caso a un sueño se vio atrapada en un vacío sin opciones. Entonces, en un charco de vergüenza, le preguntó a su reflejo: "¿Tiene usted tiempo para la belleza?" La rabia contenida en aquella pregunta, escupía hielo y tragaba fuego.
Y en sus recelos buscaba una minúscula gota de inocencia.
Allí, donde se halla el arsénico y la miel se vuelve amarga, 7 veces renunció a seguir remando contra el desvarío.
Antes de caer, luego de sollozar un par de cánticos absurdos, su reflejo contestó: "Para sanar, hay que colgarse al pecho una palabra".
martes, 9 de diciembre de 2014
Jaulas
Cada amanecer, iluminado por el estío y su calor, desde el patio el sultán pasea, siendo uno con las enredaderas de las pérgolas, y los duraznos floridos; y los jazmines sonrojados le acarician su cabeza. Siente en la piel, las de todas sus amantes, y recuerda cada perfume, cada vez que al deslizar las cortinas se veía salir el sol detrás de su montaña.
En esa dulce hora del alba que es magnífica para retozar, el sultán cabizbajo redola entristecido, contempla por última vez el palacio que se alza más arriba en la ladera, y escucha el río que esa noche lo ayudaría a escapar. "Quizás la pena se pierda en mí como el río en el mar, y la lluvia en el río". Y con sus palabras, el suspirar lentamente viaja hasta la noche en la cual los grillos cantan desde afuera de la sombría jaula.
El sultán solitario se duerme pensando en ella, allí, en su cama angosta con perillas de metal. El frío lo toma en sus brazos al despertar temblando, casi como el fresco en el patio del que era su palacio, cuando al pasear con la frente en alto y el pecho gallardo, creíase dueño de la tierra. Ahora el sultán prisionero deja caer su turbante al suelo, como en tantas noches de lujuria, con la triste verdad de no haberla conquistado.
En esa dulce hora del alba que es magnífica para retozar, el sultán cabizbajo redola entristecido, contempla por última vez el palacio que se alza más arriba en la ladera, y escucha el río que esa noche lo ayudaría a escapar. "Quizás la pena se pierda en mí como el río en el mar, y la lluvia en el río". Y con sus palabras, el suspirar lentamente viaja hasta la noche en la cual los grillos cantan desde afuera de la sombría jaula.
El sultán solitario se duerme pensando en ella, allí, en su cama angosta con perillas de metal. El frío lo toma en sus brazos al despertar temblando, casi como el fresco en el patio del que era su palacio, cuando al pasear con la frente en alto y el pecho gallardo, creíase dueño de la tierra. Ahora el sultán prisionero deja caer su turbante al suelo, como en tantas noches de lujuria, con la triste verdad de no haberla conquistado.
miércoles, 8 de octubre de 2014
El Vuelo
Una tierna caricia, una caricia con decision, y el tiempo se
detiene, el mundo entero se calla y contiene el aliento. Es ensordecedor
el ruido del silencio. Ochenta mil corazones dejan de palpitar. Cada
hombre, niño, cada mujer clava la vista, con la boca entreabierta y los
ojos que se le salen de las cuencas; y va, vuela. El planeta freno sus
vueltas, la lluvia se congelo en ese instante en que comenzo a girar
contra las agujas, aunque en el medio, un personaje bien peinado y
vestido todo de negro, atonito, sabe que en su muñeca el reloj hizo una
pausa para no perderse el momento.
Va, estrellando gordas gotas suspendidas, todas las luces le apuntan. Por cuatro segundos, paran las guerras, los aviones no vuelan, el agua no hierve. Por un instante, la gente no muere. Nada mas se mueve en todo el mundo.
Las cuatro sombras que van barriendo el piso clavan los pies de todos. Solo un lento rotar de los cuellos acompaña el vuelo, triunfal o austero, a traves del aire inmovil. Ausente de todo, sigue su orbita curva. Velozmente recorre mas de treinta metros en un pestañeo, pero nadie pestañea. Los parpados no se atreven a moverse, mientras va.
El final se acerca, pero solo ella, caprichosa, sabe como va a terminar, como esperando que aquel descarado que no se hubiese dado cuenta la mirara tambien, admirara su belleza, y su crueldad. Finalmente, en la Tierra en silencio, resuena un beso. Un sutil sonido metalico que alarga la agonia atragantada un momento mas. Suspira como rendida. Sonrie victoriosa, como un Dios destructor pero misericordioso, que no entrega la alegria hasta despues de hacer sufrir, y cae muerta contra la red del fondo.
Va, estrellando gordas gotas suspendidas, todas las luces le apuntan. Por cuatro segundos, paran las guerras, los aviones no vuelan, el agua no hierve. Por un instante, la gente no muere. Nada mas se mueve en todo el mundo.
Las cuatro sombras que van barriendo el piso clavan los pies de todos. Solo un lento rotar de los cuellos acompaña el vuelo, triunfal o austero, a traves del aire inmovil. Ausente de todo, sigue su orbita curva. Velozmente recorre mas de treinta metros en un pestañeo, pero nadie pestañea. Los parpados no se atreven a moverse, mientras va.
El final se acerca, pero solo ella, caprichosa, sabe como va a terminar, como esperando que aquel descarado que no se hubiese dado cuenta la mirara tambien, admirara su belleza, y su crueldad. Finalmente, en la Tierra en silencio, resuena un beso. Un sutil sonido metalico que alarga la agonia atragantada un momento mas. Suspira como rendida. Sonrie victoriosa, como un Dios destructor pero misericordioso, que no entrega la alegria hasta despues de hacer sufrir, y cae muerta contra la red del fondo.
martes, 30 de septiembre de 2014
La taza de té
Con los ojos cerrados
los hermanos, sentidos, se extasían
perciben el máximo, perciben el todo.
El polvo en el fondo de la taza de té, las manos sin querer entrelazadas
y la sorpresa en las bocas atenta.
La espera de saber enreda a algunos,
despierta a otros y enjaula al torpe
que no puede ver sin ver.
El polvo en el fondo de la taza de té, inmóvil por siglos cuenta las historias del desuso y del olvido. Cuando el recuerdo se hizo presente por necesidad y se sintió herido. Que decir si solo lo moldean manos ciegas que tantean esperando Dios sabe que en ese mar de cosas? Le espera la muerte o quizás el regreso a donde la porcelana jamás se quiebra, intacta, sola.
los hermanos, sentidos, se extasían
perciben el máximo, perciben el todo.
El polvo en el fondo de la taza de té, las manos sin querer entrelazadas
y la sorpresa en las bocas atenta.
La espera de saber enreda a algunos,
despierta a otros y enjaula al torpe
que no puede ver sin ver.
El polvo en el fondo de la taza de té, inmóvil por siglos cuenta las historias del desuso y del olvido. Cuando el recuerdo se hizo presente por necesidad y se sintió herido. Que decir si solo lo moldean manos ciegas que tantean esperando Dios sabe que en ese mar de cosas? Le espera la muerte o quizás el regreso a donde la porcelana jamás se quiebra, intacta, sola.
miércoles, 24 de septiembre de 2014
Banquete
Al asomar el sol sobre el horizonte,las calles se tiñencon el rojo de la sangre de mis enemigos.Sus cuerpos adornan las puertas de sus casas,colgados, rezumando vida, aun latentes.Mis ojos brillan como un relampago que ilumina el cielo nocturno,y mi pecho arde con el calor de mil estrellas. Hierven mis venas.Mi garganta se ahoga de venganza.La escarlata baja por la carne y la madera,las bocas de tormenta escupen ratas embadurnadas de muerte.El cemento de la ciudad, todavia frio,el asfalto,la brea,emanan vapores hediondosde dolor, y suciedad.Pequeños arroyos de sangre traidora fluyen junto al cordon de la vereda,entre los adoquines,arrastrando amarillentas hojas de otoño.Mi cuerpo esta exhausto.Hombres, mujeres, colgados por la nuca, empalados, vaciandose lentamente.Algunos pocos siguen gritando.Musica para mis oidos,arte ante mis ojos.Bebi arena tanto tiempo para saciar mi sed,comi tanto aire para aplacar mi hambre,y ahora por fin estoy satisfecho.
martes, 2 de septiembre de 2014
Irónicos contrastes en la rígida conciencia
Me veras volar
por la ciudad de la furia
donde nadie sabe de mi
y yo soy parte de todos.
Nada cambiara
con un aviso de curvas
ya no hay fabulas
en la ciudad de la furia
Me veras caer
como un ave de presa
me veras caer
sobre terrazas desiertas
te desnudare
por las calles azules
me refugiare
antes que todos despierten
Me dejaras dormir al amanecer
entre tus piernas
entre tus pirenas
Sabras ocultarte bien
y desaparecer
entre la niebla
entre la niebla
un hombre aladao
extraña la tierra
Me veras volar por la ciudad de la furia
donde nadie sabe de mi
y yo soy parte de todos
Con la luz del sol
se derriten mis alas
solo encuentro en la obscuridad
lo que me une
con la ciudad de la furia
Me veras caer
como una flecha salvaje
me veras caer
entre vuelos fugaces
Buenos Aires se ve
tan susceptible
ese destino de furia es
lo que sus caras persisten
Me dejaras dormir al amanecer
entre tus piernas
entre tus piernas
Sabras ocultarte bien
y desaparecer
entre la niebla
entre la niebla
un hombre alado
extraña la noche
Catriel Cabrera
29/04/14
Taller literario
domingo, 6 de julio de 2014
Los trenes
¿Alguna vez se pusieron a pensar en los trenes? Hoy en dia, a la imagen
del tren le falta problematizacion. Estamos muy acostumbrados. Pero no
es sencillo mirar un tren. Por las vias es fugaz y lejano. En las
estaciones, al contrario, demasiado inmovil y excesivamente cerca. El
lugar, por lo tanto -asumiendo que hablamos de la imagen exterior- es
sin lugar a dudas la terminal. Un tren en la terminal es la muerte y
resurrecion de un tren. Alli se lo ve ni de muy lejos ni de muy cerca.
Parece haber dos posibles imagenes del tren. Jugando a pensar en otra sociedad -de otro planeta, de otro tiempo, diferente- imaginemos los extremos:
Por un lado, los trenes viejos. Oxido asomando en las esquinas resquebrajadas, de las grietas de su pintura. De metal opaco, con el brillo desgastado de lluvia y años. Ventanas de otra epoca, moho, y ruido. ¡Ruido! Un rugir de garganta cavernosa y aspera, como un titanico animal de carga, brutal, y brutalmente domesticado. Tranquilo, pero capaz de provocar una catastrofe en cualquier segundo.
Por otra parte, existen los trenes nuevos. Doblemente imparables que los trenes trenes viejos, debido a su incontrolable velocidad. Silenciosos, exactos, temerarios, precisos. Un haz de luz, un zumbido, y cientos de hombres y mujeres aparecen de dentro de cabinas futuristicas. Capaces de invadir y hacer desaparecer una provincia entera en un solo viaje. Muestra un nivel de seguridad en la tecnologia propia que aterroriza la imaginacion y nos haria desconfiar profundamente de nuestros avances, extraterrestes, o atemporales.
El hombre se aterroriza ante la idea de civilizaciones destructoras de otro planeta, de otro continente, de otra region. No obstante, jamas piensan estos hombres en su propio potencial. Siempre los invasores superan en numero, tecnologia y conocimientos, y solo un heroe diferente al resto puede salvar al mundo. ¿Alguna vez alguno de estos hombres se puso en la piel de un extraño viendo por primera vez a los trenes entonando su rugido metalico? La ambicion, la capacidad, la inteligencia, el poder, la aceptacion del salvajismo del hombre, aplasta todo a su paso, bajo las ruedas de los trenes.
Parece haber dos posibles imagenes del tren. Jugando a pensar en otra sociedad -de otro planeta, de otro tiempo, diferente- imaginemos los extremos:
Por un lado, los trenes viejos. Oxido asomando en las esquinas resquebrajadas, de las grietas de su pintura. De metal opaco, con el brillo desgastado de lluvia y años. Ventanas de otra epoca, moho, y ruido. ¡Ruido! Un rugir de garganta cavernosa y aspera, como un titanico animal de carga, brutal, y brutalmente domesticado. Tranquilo, pero capaz de provocar una catastrofe en cualquier segundo.
Por otra parte, existen los trenes nuevos. Doblemente imparables que los trenes trenes viejos, debido a su incontrolable velocidad. Silenciosos, exactos, temerarios, precisos. Un haz de luz, un zumbido, y cientos de hombres y mujeres aparecen de dentro de cabinas futuristicas. Capaces de invadir y hacer desaparecer una provincia entera en un solo viaje. Muestra un nivel de seguridad en la tecnologia propia que aterroriza la imaginacion y nos haria desconfiar profundamente de nuestros avances, extraterrestes, o atemporales.
El hombre se aterroriza ante la idea de civilizaciones destructoras de otro planeta, de otro continente, de otra region. No obstante, jamas piensan estos hombres en su propio potencial. Siempre los invasores superan en numero, tecnologia y conocimientos, y solo un heroe diferente al resto puede salvar al mundo. ¿Alguna vez alguno de estos hombres se puso en la piel de un extraño viendo por primera vez a los trenes entonando su rugido metalico? La ambicion, la capacidad, la inteligencia, el poder, la aceptacion del salvajismo del hombre, aplasta todo a su paso, bajo las ruedas de los trenes.
miércoles, 25 de junio de 2014
x2
Como un velo que todo lo bueno baña, no es por él o por ella, sino por el conjunto.
Es llorar la muerte y la resurrección.
Amor es.
Amor es por siempre eterno.
Característica inherente, clausula única.
No se encuentra ni se busca, ni existe el verdadero ni su contrapuesto.
Para no explotar, porque el río corre fuerte y el fuego quema.
Porque tu mano quizás encuentra la respuesta.
Busca en cada punto una salida.
Vomito letras, creo ideas, las deformo y se diluyen,
como tinta y agua se mezclan
llevándome a donde no espero, a donde no sé, a donde no quiero.
Es llorar la muerte y la resurrección.
Amor es.
Amor es por siempre eterno.
Característica inherente, clausula única.
No se encuentra ni se busca, ni existe el verdadero ni su contrapuesto.
Para no explotar, porque el río corre fuerte y el fuego quema.
Porque tu mano quizás encuentra la respuesta.
Busca en cada punto una salida.
Vomito letras, creo ideas, las deformo y se diluyen,
como tinta y agua se mezclan
llevándome a donde no espero, a donde no sé, a donde no quiero.
jueves, 19 de junio de 2014
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