jueves, 16 de agosto de 2012

La partecita de cualquier líquido.

 Se quita la ropa, el vapor empieza a hacer imposible mirarse al sistema constituido por una superficie lisa y pulimentada en la que se reflejan los rayos luminosos.
 Al meterse bajo el agua nota que el nivel térmico no es el adecuado y cierra un poco el grifo que regula el frío.
 Una vez adaptado el cuerpo al líquido formado por la combinación de un volumen de oxígeno y dos de hidrógeno, toma la loción para lavar el cabello y la revuelve en su cabellera. La espuma invade su cabeza y una gota revoltosa cae en uno de sus ojos casi negros. Ardor extremo.
 Luego de quitarse la loción, llena su cabeza de acondicionador, suave y patinoso, mientras aprovecha para jabonar el objeto que, por su elasticidad, porosidad y suavidad, sirve como utensilio de limpieza.
 Al terminar de enjabonarse el cuerpo, se quita la crema de enjuague y la pasta resultante de la combinación química de un álcali con los ácidos grasos, soluble en agua, que sirve comúnmente para lavar.
 Cierra la llave que sirve para cerrar o dar salida a líquidos con sus manos arrugadas por el tiempo bajo el agua. Se escurre el cuerpo y toma el lienzo para secarse que salva, que la protege de la sensación experimentada por el organismo cuando su temperatura es mucho más elevada a la de otro cuerpo que le roba calor.
 Sale de la pila que sirve para bañarse y con la mano intenta limpiar el húmedo espejo. Se mira y lo único que logra ver es el maquillaje corrido, corrido como si hubiera derramado lágrimas durante muchos intervalos de tiempo equivalentes a una veinticuatroava parte del día.

jueves, 9 de agosto de 2012

Delirio.


 Abundaban besos, caricias, delirantes enamorados fantaseando gozar historias, imaginando juegos; lángidas mujercillas negligentes, ñañosas, ostentaban pedidos, quejidos rigurosos; sueños tristes, usurpados, vacíos.
 Walkmans, xerocopias y zagalas.
                                                                           

daguerrotipo

Álgida bacana colúmpiase chispeante desyugando embravecidamente follajes gnomónicos. Hinca inverecunda jacarandáes klimtianos lindando magmas nonplusultra. ¡Ñiquiñaque! Olfatea pachulí querendona radicando salvajes tenores. ¿Utopía? Vacuos wagon-lit , xenofilia yuppies, ¡zambambo!

jueves, 2 de agosto de 2012

De verano sos



De verano sos.

Que casi cayendo solo

te sin esperanza quiero

por ahí, flotando en aire

es tuyo, mío y de nadie.

Que te miro, sin callarte

me miras, sin hablarme

si no fuera por mi, creí,

me guiñaste un ojo.

Tienes en tu exigencia

que boquita redonda incita,

pena de no tenerte mucho

sentirte propio, cualquiera

tientas sin remota culpa

que venga y pulpa arranque

termine mi desolada aventuria

comience apenas extrañarte.

¡Ah! mi damasco

de pasiones colmadas,

de verano sos.