martes, 26 de noviembre de 2013

Tus propios mandamientos.


  • " He sido el mejor amigo que la iglesia siempre ha tenido, ya que la he mantenido en el negocio todos éstos años!"


Saldré del medio del fuego y la oscuridad, para reírme de tus creencias y de tus dioses. Vamos, desprendé tu alma de aquellas mentiras y mirá a tu alrededor; verás hipocrecía, sangre, interés y gente que cree que sus problemas se terminarán pidiéndole paz a una figura inerte. Podés pensar por vos mismo pero corrés el riesgo de que te destierren nuevamente. 
 Soy considerado un ser maligno, discriminado por separarte de tu progenitor. No soy yo el del lado oscuro, no intento imponerte nada, solamente quiero que comprendas que no existe la salvación. Tampoco soy un profanador, un desquiciado, un torturador, esas son etiquetas impuestas por charlatanes miedosos y fanáticos de algo que ni siquiera saben si existe o no.
La mente humana, además de ser perversa, es fascinantemente subordinada por sus propias obsesiones como la de creer que hay que venerar y rendir culto a alguien de dudosa existencia ¡Puro cuento inventado por civilizaciones antiguas e ignorantes!. Basta de creer en Dioses y rituales sagrados, comiencen a creer en ustedes mismos, en lo real y lo conciso. De todas maneras para mí siempre serán animales más viciosos que los otros.

Al oído


Mientras navegaba en las aguas del Mar Rojo oí una voz que murmuraba: -Te quiero-, me sorprendí, no había nadie a kilómetros, la radio estaba apagada y no tenía acompañantes. Luego, cuando creí haberlo olvidado me di cuenta de que quien me hablaba era ese oleaje, ruborizado.

Cerebral

    En la casa de los gusanos superficialmente todo es un baboso revoltijo rosado. Se ocultan en la tierra y desde lo más profundo de ella sacan su sustento. Saben que si llegan a ver la luz es porque se les rompió el techo, quizás por esas cosas que a uno le vuelan la cabeza. La mayor parte del tiempo no los entiendo, están en la suya pero son parte de mí. Quizás sean un tanto vulnerables a estímulos externos. A aquellas personas que quieren poner sus manos en ella les exijo que se alejen de una vez de mis teorías y pensamientos ¡Dejen en paz a mis gusanos de plastilina!

lunes, 25 de noviembre de 2013

Decadente Enfermedad

Puedo ver como me miran, mientras observo la decadencia en sus ojos. Buscan una respuesta, una salvación  pero... no sé donde la van a encontrar, si ni siquiera pueden encontrarse a ellos mismos.  Nado en un mar de ignorancia y sé que ellos se ahogarán, ya no me interesa. Por mí, que griten y que se desesperen por encontrar la orilla. Escupo en sus rostros lo que me queda de compasión, sus herméticas mentes nunca comprenderán lo que sucede y se seguirán quejando de su alrededor sin saber, que son ellos las bacterias que enferman a este mundo.  ¿Por qué tenerles piedad? ¿acaso ellos hacen un bien enfermando a la sociedad? se pudrirán al igual que sus ideales, solo hay que esperar.

Imaginando una Ilusión

 La ciudad hierve, las calles se derriten. La promesa de una lluvia parece fría y distante, pero no deja de ilusionar a más de una persona. La vida se detiene un instante pero nadie se da cuenta. La ciudad simula un infierno y aquellos ingenuos no saben cuando parar de mentir, no saben lo que provocan. Luego de un tiempo todos vuelven a salir, deben cumplir sus obligaciones. La rutina vuelve a nacer, nada los puede parar, son invencibles ante el medio.
   El cielo se nubla en sus ojos, no se distingue si es realidad o sólo una ilusión. Creen haber visto un relámpago, pero yo no vi nada. No puedo confiar un grupo de enfermos. Ahora se tapan los oídos, un trueno ficticio los acaba de aturdir. No quiero ser parte de esto, yo soy capáz de seguir mis propios pensamientos y de distinguir un sueño de una realidad.
 Una vez más, una simple ilusión creída y aceptada por muchos, resulta ser mentira. Una vez más, la sociedad contrae esta enfermedad.

Sala de Tortura.

Creo que oí gritos desgarradores, ¿Vos no los escuchás? están por todas partes. La demencia inunda esas paredes de sangre. No estoy loca, ese pensamiento te llevará directo a la sala de torturas y yo seré cómplice de esa locura. Destriparán tus pensamientos, pero no habrá peor castigo que tu ignorancia.
 Ahora no solo los escucho, puedo verlos. Veo a esas almas siendo víctimas de aquellos cerdos carniceros, de nuevo los gritos me desgarran. Un extraño sentimiento recorre mi cuerpo, nunca había sentido esto. Creo que estoy empezando a acostumbrarme a la situación, es más ¡La estoy disfrutando!...
 Mis manos llenas de sangre inocente, soy partícipe de la masacre. Rostros aterrorizados, pero aquellas víctimas no eran consideradas personas o por lo menos eso me hicieron creer. Imponentes máquinas, poderosas bestias de laboratorio operando al mismo tiempo debajo de las risas macabras. Ahora estoy del otro lado, sé que está mal pero el deseo invade mi mente, mi subconsciente solo dice "Hazlo".
 ¿Risas? no puedo creer que escuché risas. Me encuentro corriendo por un pasillo inmenso, con paredes teñidas de rojo. Comienzo a llorar y no sé por qué. En realidad quiero reir, tengo ganas de reir pero estoy llorando... Un momento, no son lágrimas. ¡Es sangre! sabía que no podía con todo esto. Ya no soy yo y a pesar de que me desangro, este cuerpo no es mío.
 

Mercado de realidades

Estar de cabeza, de la cabeza, con y sin cabeza.
Sueño de algunos hombres. 
Así, buscando una nube y un pasto, recobrando la realidad de nuestra observación, así naciste.
Un millón y más formas de girar. 
Cuánto tardás en descubrir tu lugar? 
Cursos de ingreso a las mejores formas de apreciar el mundo, visiones nuevas en las junturas de las corvas y en la aspereza de las yemas.
Paredes y telas, pisos y cielos mezclándose en la inmensa representación.
Ojos y brazos trabajando al unísono. 
Vos, girando. Mercado de realidades.

Bla, bla, bla


Se fue yendo, lento e impredecible, sin decir ni chau ni cuando iba a volver. Nos dejó con los fósforos chispeantes en las manos enguantadas y una sopa de calabaza a medio cocinar.

El gato, ese sí que no la sufrió, colgado del árbol de moras disfruta su ausencia que no te cuento.
Hijo de puta, el muy conchudo te hace comprar, ponerte, enfundarte pero para cuando te querés dar cuenta: vender, sacarte y desenfundar. Todo porque a él se le ocurre ir a pasear por el mundo.
Igual, no te digo que este que vino ahora no me caiga bien, a veces lo único que necesitas es un poco de aire fresco en la cara, viste?


chandeni:

fresh blog❀

Resolver

Sentir
el peso de la copa
Saborear
la salsa
Liberar
la energía de la lengua.
Dejarla fluir
bajando por los brazos,
hasta la palma de las manos.
Y liberarla
convirtiendo a cada dedo en una lengua.
Sentirse tan músico.
Centrifugado del alma.
Percibir el volumen.

                                                    Percibir que entre mis manos estás vos.

                             



An empty child, half full looking for a place to land. He means nothing yet, he means what you want him to mean.
The little child goes around, flying lightly in your head, looking for his place.


As he flies you start to understand, you give him a name, a story, a life. The trase of the ink, the move of your hand.. that’s how he is created. But, of course, that is just the beginning, maybe you and him will never meet again, perhaps you will love it or you will hate it.. Anyway he will always be your child.

(y ahora va en castellano) 

Niño vacío, medio lleno buscando lugar para aterrizar. No significa nada todavía, significa lo que vos querés que signifique.
El pequeño niño da vueltas, volando suave en tu cabeza, buscando su lugar. 
Mientras vuela, empezás a entender, le das un nombre, una historia, una vida. El trazo de la tinta, el movimiento de tu mando.. así es creado. Pero, por supuesto, ese es solo el comienzo, quizás vos y él no se volverán a encontrar, quizás lo ames o lo odies.. De todas maneras siempre será tu niño. 
Soy sol 
soy verde neptuno
soy violeta, soy magia, soy día.
Soy el sonido que rompe un silencio incomodo
soy el olor de la casa veraniega
soy la cereza que fallece asfixiada.
Soy lluvia 
soy carozo y sangro
soy semilla 
soy espejo triangular.
Soy colibrí y si, vuelo
y si, vuelvo. 
Nido
Tallo fucsia que expira
Me morí tantas veces y sigo siendo.
Luna incandescente. 
¿Donde estas? -Estoy, contestá- 
Cuasi-Humana.
Soy beso: el engranaje onírico de los suspiros, el instante en el que los ojos contestan, lo explicito de la mueca risueña, del balanceo de pies enternecedor, del trasfondo de morderse los labios. 

¡Qué risa!, pues soy. 

sábado, 23 de noviembre de 2013

En sus manos


Y ahí estaba él, en la esquina, entre todos los peatones que iban de un lado a otro en su apuro de vivir. Se encontraba sentado, sus rodillas estaban plegadas contra su pecho, su corazón sobresalía a través de su camiseta, al igual que sus costillas.
Finalmente se rindió, desde su aspecto hasta el más íntimo de sus pensamientos lo apartaban de aquellos seres ciegos de felicidad. Se adentro en el único lugar en el que parecía ser aceptado... en sí mismo. Alzó sus manos hacia su rostro y cubrió sus ojos. Y aunque lo que podían apreciar sus pupilas se redujo a oscuridad, una proyección de recuerdos se reprodujo en su mente.
Porque en sus manos pudo sentir las heridas que el tiempo había cerrado pero no había logrado olvidar, el temblor de sus dedos a causa de un temor que buscaba ocultar, la aspereza y rugosidad provocada por el trabajo a pesar de su temprana edad. Esas manos que habían sostenido cada una de las estrellas, las habían palpado y devuelto a su lugar sin entusiasmo alguno. Sueños sin techo y sin ilusión.
Testigos del robo de una vida, ambas manos se deslizaron, él ya no sentía dolor, ya no tocaba el suelo, solo presenciaba desde arriba a un cuerpo sin vida. Así se fue elevando con cada suspiro, regresando a donde realmente pertenecía.

jueves, 21 de noviembre de 2013

Escribir se siente como preso recién salido de la cárcel
Sabes agrio el poema partido,
el alma aullándole a la tierra.
Agrio limón partido
que le llora libertad a besos cerrados,
y de vez en cuando te reclama con caricias
que lo rescates del olvido sumergido.
A veces susurra tristeza, otras alegría.
Grita por las manos, llora como tinta.
Te saca aquí, te mece allá.
Llora por la boca, grita por los ojos.
Escribir se siente como caricias aullándole a la alegría agria o tristeza o tinta.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Plegarias


Llegó la hora, es tiempo de que te despojes de tu ropa, de tu piel, de tu mismo.
Que saques afuera tus pecados, tus impurezas, tu alma.
Que te muestres tal cual sos  ante él,  que tengas valentía, que no te avergüence.

“Estás tan acostumbrado a mentir y a rezar” te repite tu conciencia, y cuando menos te lo esperas te encuentras  ardiendo en la llama de tu mirada.

Aroma a café

Veo humo, negro y oscuro, entra a mis ojos clavándose como vidrio roto. 
Casas inmensas, hipócritas y sonrientes, con plazas de pastos tristes, no como el de en frente, lleno de alegría y bella suciedad.
Enciendo un cigarrillo con un fósforo azul y lo quemo con uno violeta. Un aire melancólico y nostálgico corre a través de mi pelo y lo sacude como una manada de cebras en peligro. Tras acomodarlo, mi vista encontró un nuevo objetivo, sus ojos, tan marrones como el café, hasta puedo sentir su aroma, tan confortante y adictivo. Sus labios rojos cual frutillas en noviembre y sus cejas, tan grandes que puedo perderme en ellas. Dejo de verlo, los árboles callan.
                         Violeta Goldfeder (20/11/2013)

La demora mata

Él, que se preocupa si su pelo concuerda con su cara, que se acurruca a su lado cuando el viento cálido no sopla y el viento frío cruza el océano. Él, con sus rizos negros imparables liberados por un gorro de lana que solía encarcelarlos. Él, que haría lo que fuera por su amada. Él, que después de un tiempo se dio cuenta de lo mucho que le importaba, pero ya muy tarde era, tan tarde era.
                                                                       Violeta Goldfeder  (20/11/2013)

Rutina

Con su saco y su portafolio, limpio y listo para su aventura matutina, atravesó el enorme rectángulo de madera y salió. Como todas las mañanas, observó su reloj, siempre un minuto adelantado, marcaba las seis y un minuto.Entró a la máquina de metal, cargada de personas, fabricadora de dinero y humo, conducidas por un cerebro y parada sobre el cemento. Depositó 4 monedas infinitas hasta que un pedazo de papel fue expulsado. Se sentó en una masa uniforme de plástico, pensó sobre cual movimiento fue el que tuvo que generar el motor para su traslado. "Corrientes" se leía en el cartel. Arriba, abajo, así de simple fue llegar. Abajo, arriba, así de difícil volver.

   
                                                  Violeta Goldfeder (20/11/2013)

Hojuela

                                                                 
Cae velozmente, pesada, sin tiempo.  Rompe esa barrera e inmediatamente  sus pequeños brazos  la contienen, la anidan, la protegen de éste que primero  le permite dejarse llevar, pero después la traiciona, la amarra, la hace propia. “Si sólo  hubiera sido más lista…” se repite una y otra vez.  

No deseo tu muerte, es demasiado hermosa.

Ojalá que los ojos se te salgan y te corten con una tijera las finas venas que los sostienen. Me encantaría que tu cuarto se llene de abejas por dejar la puerta abierta, deseo que tu mano se rompa en tu pico de inspiración, no, mejor ambas por si te pica la nariz, así no podrás rascarte. Espero que, cuando en verano todos jueguen, te quedes en casa con las cortinas cerradas.
 Aspiro que, cuando abras la heladera a las 3:00 de la mañana lo único que haya sea leche podrida.
Me gustaría que esa cara cara de felicidad al mirarla desaparezca y ella, cuando le preguntes "qué pasa?", revolee los ojos hacia atrás.
Espero que vuelvas a mi, pero ese sería un castigo insoportable, que no podría desearte.
                                                                                     Violeta Goldfeder (20/11/2013)

domingo, 17 de noviembre de 2013

Bordeau

Primero una, después otra y así hasta que se va pintando de algo que no es, de algo inalcanzable, de algo que quiere ser. Vacila, no sabe si sacárselo o no, el color es un poco fuerte, pero es el único que tiene. Espera a que se seque y se da la segunda mano, ahora más decidido roza el principio del final.

jueves, 14 de noviembre de 2013

A vista de los presentes

¡Qué agravio! ¡Qué desparpajo! ¡Qué sinvergüenza!
En mi mano tenía cargada una cachetada que no quiso gritar. Por piedad a la bella velada me dije "no vale la pena", pero continuó con todo esa palabrería saliendo de su cara insulsa, que se lave con jabón por boca sucia. Y sin querer una espuma espesa comenzó a emanar de su lengua reventada, chorreando sobre la blusa e impregnándola con su tinte níveo azucarado. Toda la blancura se me hizo lienzo y con fósforos de la ira encendí el retrato de la injuria, una marca de nacimiento en los labios, y el beso de buenas noches apestado en pesadillas. La mueca del niño, que en sus brazos lleva una tarde noche de verano con el secreto viejo y ámbar de su madre como un asco incauto. Toda esa tradición inventada tiempo atrás, que ahora en mis manos olvidaderas, comienza a desvanecerse.

Proletarios


Proletarios.
Almas no-dueñas de su propio imaginar.

Un fuego de color dispara penumbras ciegas. Penumbras que dejan entrever la silueta de los proletarios angustiados, mudos, sombríos.

Desespera la trivialidad. Inmundicia de lo cotidiano. Las moras estalladas contra la vereda. Moras. Sangrantes moras. Sangrante soñar de los proletarios del imaginario en la hermosura de la obscuridad,
donde lo más bello aflora,
allí,
(para no ser visto).

domingo, 10 de noviembre de 2013

Des-hechos

    Lo compro, lo uso, lo tiro; lo compro, lo uso, lo tiro; consumo. Gastos y compulsión. ¿Y a dónde va? ¿Y a dónde voy? ¿Y a dónde vamos? A la basura
    El producto cae de una mano en otra mano, se va modificando, es alterado genética y químicamente, amasado con las tenazas del más frío metal, comprimido, plastificado, embolsado, intercambiado, desenvuelto, despedazado, digerido, tirado, rescatado, redigerido. ¿Y en qué quedamos? ¿Con qué nos quedamos?
    Una sed insaciable que pide más y más, cuando los labios resecos y agrietados de nuestro vecino piden tan poco. Y ni una gota llegará a ellos, porque primero debemos hidratar hasta la última espina del cactus de nuestro jardín. Si es que algo queda luego de haber limpiado los alimentos, los pisos, los cuerpos, quizás ellos puedan darle provecho, de seguro lo harán, y si no lo logran... ¿qué me importa?
    Esto no me sirve, esto tampoco, esto ni siquiera sé para que lo compré, ¡al tacho! Arrugo, aplasto y si no entra dame otra bolsa. Camión, petróleo y gases, un poco más o un poco menos, si total todos hacemos lo mismo, nadie se preocupa ¿no? Crunch, crunch, crunch... todo mezclado, todos adentro. Algunos teniendo que aguantar los olores cuando levantan una tapa para aumentar su proporción y otros teniendo que vivir diariamente con ellos, acostumbrándose, más bien resignándose a una realidad tan sucia como injusta.
    ¿Vos qué pensás hacer? ¿Vas a meter las manos en esto, o te vas a tapar la nariz?
    Yo vivo acá, yo respiro tu ignorancia y mis pulmones están repletos, casi no hay aire, me falta la consideración, un ataque, me duele y no me escuchan, porque la salud está lejos, porque yo de vos estoy lejos. Y vos tenés todo cerca, todo a mano, porque hasta yo estoy en tus manos, y me estás soltando.