domingo, 28 de abril de 2013

Seré eterno


De su boca salieron las últimas palabras que yo le oiría decir. Lo supe cuando contuvo el llanto y envió su profundo suspiro directo a mi memoria. Acarició mis mejillas, sin saber que con cada roce de su mano mi vida se desvanecía un poco mas. Mi rostro se hacía pedazos que ella reunía en su pañuelo de seda. Volví mi mirada a su figura iluminada a media luz, a sus ojos que miraron a los míos, luego se perdieron. Se iría, en verdad, parte de ella ya no estaba conmigo. Entrelazó sus brazos en mis hombros y se dejo caer. Ya sin pulso sus manos se deslizaron desprendiendo de mí mi alma, que me esquiva hasta el día de hoy, pues yo me fui con ella. El después de este mundo me abruma y envuelve en su inmensidad, me hace más difícil encontrarnos. En las imágenes borrosas, en los finales inconclusos, en esas situaciones que no termino de explicar, nos busco.

A parir de: Muerte de Ase (Peer Gynt) – E. Grieg

2 comentarios:

Emilia Inés dijo...

demasiado hermoso, como lo sufrí

Camila Centurión dijo...

Muchas gracias! que bueno que te haya gustado.